sábado, 21 de noviembre de 2009

Furor del Meo


Una interesante tendencia urbana está tomando cada vez más y más fuerza. Ya son cientos los orinantes públicos que están al frente de esta glamorosa práctica que suma adeptos día tras día. La premisa a seguir, es simple y fácil de recordar: Meo donde se me canta. Así es como los porteños siguen los pasos de los holandeses que orinan en coquetos urinarios de plástico dispuestos en la vía pública. De este lado del mundo, a falta de urinarios los muchachos porteños desenfundan sus miembros y sin ruborizarse proceden a evacuar sus fluidos donde sea. Según una encuesta realizada por este medio, los objetos más meados son los árboles, las paredes viejas y las puertas de metal.

"La semana pasada un señor paseaba su perro y mientras el can cagaba en la vereda, el hombre lo acompañaba con una meadita. Fue un hermoso acto de comunión excretoria entre el animal y el hombre", comentó Roberto de Wilde, mientras cerraba su bragueta.

Informó Chemolusco para Chemolusco.